sábado, 14 de enero de 2012

La Policía 'caza' a tres vigilantes que llevaban años robando en el juzgado

Aprovechaban que se quedaban solos en el Palacio de Justicia de Benalúa para sustraer joyas y objetos de valor decomisados





Entrada del Palacio de Justicia de Benalúa, donde se produjeron los robos. :: ALEX DOMÍNGUEZ

14.01.12 - 01:00 -
A. S. MOLLÁ | ALICANTE.

Les pagaban para velar por la seguridad en los juzgados de Alicante, pero se aprovecharon su trabajo para idear lo que consideraban un 'modus operandi' casi perfecto, un golpe desde dentro. Sin embargo, la Policía Nacional ha puesto fin a las andanzas de estos tres vigilantes jurados, que supuestamente sustrajeron en noviembre gran cantidad de joyas de oro confiscadas que se guardaban en un juzgado de instrucción.

Además, los agentes de la Policía Judicial han arrestado a la mujer de uno de los vigilantes, quien presuntamente se dedicó a vender el botín en diversas casas de empeño.

Las pesquisas policiales, además, han desvelado que esta no es la primera vez que lo hacían. Según fuentes próximas a la investigación, los ahora arrestados podrían llevar al menos dos años saqueando los juzgados de Alicante. Primero a pequeña escala, con objetos de menor valor, como móviles o portátiles, intervenidos, hasta que, al parecer, se confiaron, y decidieron ir a por un botín más sustancioso.

Las joyas sustraídas, en su mayor parte de oro, estaban guardadas en el juzgado de instrucción número 2 de Alicante. Formaban parte de una causa contra un clan familiar por tráfico de drogas que estaba a punto de enviarse a la Audiencia Provincial de Alicante para enjuiciarse. De hecho, según fuentes judiciales, normalmente las joyas y otras piezas de convicción de elevado valor se guardan en el banco y no en el juzgado.

El hurto se produjo durante el puente de Todos los Santos, cuando los juzgados quedan prácticamente desiertos, a excepción de las guardias. Las joyas estaban guardadas bajo llave en una sala anexa a los despachos del juez y la secretaria. Cuando el juzgado reanudó la actividad, se dieron cuenta de que el oro se había volatilizado.

Fue entonces cuando la Policía se puso manos a la obra y centró sus sospechas en los trabajadores de la empresa de seguridad. Así, descubrieron que eran los tres sospechosos quienes habían orquestado el robo, y averiguaron que la mujer de uno de ellos era presutamente la encargada de vender las joyas en diversas casas de empeño y compraventa de oro.

De hecho, la mujer había utilizado su verdadero nombre, lo que ha permitido a los investigadores recuperar la práctica totalidad de los objetos sustraídos.

Está previsto que los detenidos pasen hoy a disposición del juzgado de guardia, que decidirá si los deja en libertad provisional o decreta su ingreso en prisión.


info vigilantes de seguridad.com

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