«Puede llegar un momento en el que los antidisturbios o los agentes de las patrullas tengan que sustituir sus defensas por cachavas para poder salir a la calle y realizar sus intervenciones», vaticina de forma un tanto exagerada, pero no demasiado alejada de la realidad, el secretario provincial de la Unión Federal de Policía (UFP), Miguel Ángel Santiago, en alusión a la reciente aprobación de un real decreto que modifica en cierta medida tanto la edad como, sobre todo, la manera en la que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía prestarán sus últimos días de servicio antes de cumplir los 65 años de rigor.
Y lo hace en aras de «mejorar el aprovechamiento de las capacidades» de las plantillas y el «mantenimiento de un mayor número de efectivos activos en las tareas de seguridad ciudadana», según refleja la nota oficial que justifica la medida aprobada el 16 de septiembre.
La normativa, que cuenta con el rechazo frontal de las tres grandes organizaciones sindicales (SUP, UFP y CEP), implica la desaparición de la actual situación de segunda actividad con destino, por la que los agentes que alcanzaban los 60 podían continuar en activo pero ocupando puestos administrativos para renovar así al personal de calle. Eso ya es historia desde hace un mes.
Pero, ¿resulta lógico que un agente con 64 o 65 años siga prestando servicio activo? Los sindicatos tienen bastante claro que no. Por eso reivindican que la medida contemple, al menos, unos puestos específicos para los funcionarios que superen los 55 o 60 años y que decidan seguir su carrera hasta los 65.
La medida tendrá unos efectos visibles a corto plazo en plantillas como la de la capital, en la que 120 agentes en activo tienen ahora mismo entre 50 y 60 años, sobre una plantilla que ronda los 700. Todos ellos podrán continuar en sus puestos -patrullas, antidisturbios, seguridad ciudadana, robos...- si así lo deciden y, dado que hasta el 90% lo viene haciendo a día de hoy, tendrán que continuar en el mismo puesto operativo que hasta la fecha. Eso significará que en los próximos cinco años puede haber un centenar largo de policías 'sesentones' patrullando por las calles.
Y 85 al borde de la jubilación
A esa previsión más que real, unida a la falta de perspectivas de aumentos de plantilla a corto plazo -este año apenas son doscientos los agentes que se están formando en la Academia de Ávila-, hay que sumar también a los 85 policías que ahora mismo sí están en segunda actividad con destino y que en un lustro, a lo sumo, se jubilarán de forma definitiva. Puede que entonces, si el 90% de los veteranos decide continuar como viene ocurriendo hasta ahora -si deciden optar por la segunda actividad sin destino pierden entre el 30% y el 40% de su sueldo hasta la jubilación-, la plantilla no solo se vea mermada sino que sus efectivos destinados a tareas de calle tendrán una edad que los sindicatos consideran, como mínimo, «poco adecuada para perseguir delincuentes o, lo que es peor, actuar en una manifestación».
La UFP considerada que la eliminación de la segunda actividad con destino sí es, por un lado, positiva en cuanto a que «los agentes no dependerán de la discrecionalidad de sus jefes a la hora de decidir, como hasta ahora, si había un hueco para ellos a partir de los 60 años». Miguel Ángel Santiago advierte, sin embargo, de la necesidad de que este real decreto se modifique «para regular de una forma clara qué puestos pueden ocupar con esas edades».
Pero la normativa, aprobada sin el consenso sindical, es la que es y solo concede a los agentes que ya habían cumplido los 60 antes de la entrada en vigor del real decreto la posibilidad de acogerse a la segunda actividad con destino. Los funcionarios que tengan menos de 60, y que presten servicio desde antes de diciembre de 2001, es decir, todos, tendrán que tomar la decisión de prejubilarse a los 55 o de continuar en el mismo puesto operativo.
«Parece claro que no tienes la misma capacidad física con 30 que con 63 años y por eso creemos que si está medida sigue adelante puede suponer una merma clara para la seguridad ciudadana», augura el representante de los funcionarios. Esa reducción, a su juicio, puede venir no solo por la avanzada de edad de los agentes sino porque puede que haya «una desbandada de policías que decidan pasar a la segunda actividad ante el panorama de continuar de esa manera».
El real decreto es idéntico para los guardias civiles, que pueden optar por pasar a la reserva a los 60 o seguir en activo hasta la jubilación.
concluyente
«Llegará un momento en el que los agentes salgan a la calle con cachava»
info : http://www.elnortedecastilla.es/v/20111012/valladolid/policias-anos-patrullaran-calles-20111012.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario